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DE THORES Y HOMBRES
Comenzamos doble número de verano con Thor, love and Thunder de Taika Waititi
a quien o amas u odias. Mi balanza se inclina más por lo segundo después de la
entrega anterior de este mismo personaje, en la que alejándose de la oscuridad
de Thor: el mundo oscuro de Alan
Taylor quien después de este tropiezo tuvo otro con Terminator: Génesis y al final ha terminado refugiándose en la
televisión trabajando en varios capítulos de Juego de Tronos.
Waititi tiene un sentido del humor muy particular, no es el sentido del humor
que tuvimos en España en los años 70 y 80, del cutre, me refiero, pero apunta
por esa línea. Si os comenté en su momento cómo la película de Lo que hacemos en las sombras se hundía
a los 15 minutos, también os digo que su versión televisiva en HBO Max es un
disfrute total porque cuenta con mejores guiones y mejor humor.
No ocurre lo mismo con la serie Wellington
Paranormal, que también tenéis en HBO Max, parodia de Expediente X con dos policías, muchso casos paranormales y un tipo
de humor tan absurdo que lo tacharía de idiota, para edades de 0 a 3 años, cojo
los juguetes. No dudo que se lo pasen de lo lindo con la grabación de esta
serie, pero como serie no es más que gente tonta haciendo tonterías,
parafraseando a Forrest Gump.
Luego llegó Thor: Ragnarock que fue
una bofetada de colores chillones ochenteros y vestuario Hallowenesco para una
historia desequilibrada que metía el humor con calzador porque supongo que a
Waititi o al alguien, a Jojo Rabbit,
quizá, le hacía mucha gracia.
Y llegamos por fin (tras otras series que ha dirigido, producido y escrito) a Thor, Love and Thunder que si no te
gustó el humor metido con calzador de la anterior, no te preocupes, porque en
esta te lo van a multiplicar por tres ya que esta película es más un vehículo
para la comedia que para las luchas espectaculares, que las hay, pero eso no es
lo importante.
Waititi enfoca todas sus neuronas en presentarnos una comedia de Thor con algo
de drama y batallas espectaculares en menor medida. Todo esto regado con unos
colores y unos decorados de ensueño desde el minuto uno pero… sigue siendo una
comedia. Y lo peor que puede ocurrir a una comedia es que no funcione como el
guionista espera que funcione, y aquí ocurre. No funciona todo el tiempo.
Cuando vayáis a las salas de cine veréis que actores como Cristian Bale (que
está brutal en su papel) o Nathalie Portman (a quien podrían haber dado más
presencia) están como en otra película, en una serie de superhéroes, mientras
que Thor se encuentra participando en el festival del humor haciendo un poco el
chorra. Y lo peor de todo es que no hay transiciones o algo en el guión que
prepare al espectador para saltar de un tipo de emociones a la otra. Es una
película tripolar. Bien estás riéndote, bien te emocionas con la acción, o
saltas a un tono serio para el que no estás preparado, y eso no es que ocurra
durante el planteamiento, el nudo y el desenlace del guión, ocurre durante toda
la película.
Con todo esto os quiero prevenir. Si esperáis un Thor como el que vimos en Infinity War, olvidaos. Es cierto que
tiene un punto de emoción y que os arrancará alguna lagrimilla pero… Thor, Love and Thunder es una comedia
de Thor.
Y recordad que la película contiene dos secuencias post-créditos, una de ellas
como pie a una secuela más y la otra un punto ¿y final?, a un personaje
importante.
No os puedo contar más porque las críticas las tenemos embargadas hasta el
próximo lunes.
Más estrenos: Pig de Michael
Sarnoski con Nicolas Cage en busca del cerdo secuestrado, El agente invisible de Joe y Anthony Russo, La memoria de un asesino de Martin Campbell o Men de Alex Garland, con la que me voy a detener un poco.
Siempre llama nuestra curiosidad cualquier estreno de Alex Garland porque al igual que un milhojas vas rascando capa a
capa hasta dar con el mensaje real que el autor quiere transmitir. Pero aquí no
ocurre eso porque ves el peligro desde el minuto cero y lo que te hace pensar
como espectador es: ¿Está ocurriendo en realidad o se le ha ido la pinza a la
protagonista?
Y lo peor es que la final no responde a ninguna de las dos preguntas, porque se
entretiene en un festival grotesco de carne que a más de uno incomodará
bastante. Los actores Jessie Buckley y Rory Kinnear están fantásticos, sobre
todo él cuyo papel es más poliédrico.
La historia nos llevará con ella, Harper, que tras sufrir una pérdida que la ha
traumatizado, decide irse un fin de semana al campo, a una casa de la campiña
inglesa para desatar sus miedos más profundos y desequilibrar su cordura.
No es una buena película porque todo lo que promete se desvanece de inmediato
al hacernos dudar o al no aportar luz sobre el relato dejando al espectador
como a Harper, desquiciado y dando tumbos entre extraños.
Pese a lo abstracto, podemos sacar un mensaje en claro y es que la amenaza
siempre estará en nosotros porque es parte de nuestra naturaleza generación
tras generación. La línea clara es la opresión del patriarcado, la toxicidad
masculina o simplemente el vivir aterrada porque crees que todos los hombres
del planeta quieren hacerte daño, pero como os decía antes las películas de
Garlan hay que verlas como ese delicioso postre Milhojas que no es, ni de
lejos, Men, y en este caso es una
pena que se haya quedado a mitad del camino de la narración y perdido en varios
meandros..
También podremos ver La princesa
Mononoke de Hayao Miyazaki en su reestreno, DC Liga de supermascotas de Jared Stern y Sam Levine y en agosto Bullet Train de David Leitch, La
Bestia de Baltasar Kormákur, ¡NOP! De
Jordan Peele, La invitación de
Jessica M. Thompson y la tercera entrega de Tadeo Jones 3. La tabla esmeralda de Enrique gato.
Feliz verano a todos, regresamos en septiembre y recordad: en los cines siempre
con nuestra mascarilla.
PASE DE PRENSA
Maruja Bergman
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